La dirección escolar es un proceso complejo que implica integrar en una sola mirada aspectos valóricos, organizacionales, pedagógicos y económicos, adoptando decisiones muchas veces bajo presión. Este proceso implica una tarea continua de tomar decisiones y asegurar que se ejecuten, considerando tanto los valores profundos del proyecto educativo como las condiciones del entorno y las exigencias normativas que tienen las organizaciones educativas.

Sabemos que hay un conjunto de factores del contexto, la escuela, el aula y el profesor que influyen en los resultados escolares. Entre ellos, se mencionan las características de la matrícula y el capital social y cultural de la familia. También se han analizado las características estructurales de la escuela, como el tamaño total del establecimiento, el tamaño y las características demográficas de los cursos, y los procesos de aula.

Sin embargo, se ha observado que existen diferencias significativas en los resultados de centros escolares que presentan características similares. La investigación educativa y la práctica han constatado reiteradamente que estas diferencias de desempeño están fuertemente relacionadas con los estilos y formas de dirección escolar.

En efecto, la dirección escolar ha sido mencionada en numerosos estudios como uno de los factores que más influye en la capacidad de los establecimientos para transformar sus formas de trabajo educativo y su desempeño como institución.

En esta página entregamos reflexiones, orientaciones y herramientas técnicas respecto a distintos tópicos propios de la dirección escolar; queremos aportar con ello a la construcción de una mejor educación para todos.